El servicio de etiquetado de origen es cada vez más solicitado entre comercios de diversos rubros, ya que no solo agiliza y facilita la identificación de productos, sino que ayuda a prevenir robos, entre otros inconvenientes; sin embargo, para percibir sus ventajas es necesario implementarlo exitosamente. Esto requiere una serie de pasos que abarca desde su incorporación hasta su puesta en funcionamiento.
El etiquetado de origen: una solución para cualquier tienda minorista
Si bien es un servicio cuya demanda crece, no hay suficiente claridad acerca del concepto entre los dueños de comercios. Conlleva la utilización de etiquetas magnéticas antirrobo, que se colocan en el sitio donde son fabricados los productos. Uno pensaría ¿por qué colocarlos en esa fase de la cadena de suministro y no cuando llegan a la tienda? La razón es que esto resulta favorable para los costes finales, además permite que el personal se enfoque en otras actividades que colocar un montón de etiquetas de seguridad, por ejemplo, en dar una mejor atención al cliente.
El etiquetado de origen es un proceso bastante favorable si se consideran las normativas vigentes. Su aplicación optimiza los procesos en tienda, de seguridad e inventario y evita impactos negativos en la imagen de los comercios a causa de etiquetas EAS aleatorias y por la falta de inconsistencia en el etiquetado en tienda.
Ante todo, su implementación mejora considerablemente el control de las existencias. Dicho control se traslada a lo largo de la cadena de suministro al permitir a los minoristas dar un seguimiento de los productos y aplicar otras actividades, como la medición de las actividades en cada eslabón y su supervisión. Se obtiene una mayor claridad y visibilidad en la mencionada cadena y se eliminan puntos ciegos en los que hay posibilidad de pérdidas tan solo con etiquetar las existencias antes de llegar a las zonas de distribución y venta.
Actualmente, hay muchos sectores que se benefician con este servicio, por ejemplo, los minoristas de moda y ropa han hallado en él una solución perfecta. Lo mismo aplica para comercios de alimentos, grandes cadenas de farmacias y cosméticos, proveedores de calzado, entre otros. Igualmente, se aplican sin problemas en productos cuya protección es difícil, como metales o paquetes con cristal y líquido.
El éxito del servicio depende de una correcta implementación y seguimiento
Hay quienes evitan etiquetar en origen por prejuicio, ya que creen que es costoso y complicado tanto su implementación como funcionamiento. En realidad, no lo es, aunque depende de hacerlo correctamente. Estos pasos facilitarán considerablemente el proceso:
Análisis de datos
Este paso es indispensable antes de incorporar el etiquetado de origen con Taltix. Considerarlo les ayudará a saber qué productos son los de mayor riesgo y les permitirá someterlos a una prueba para convencerse de la efectividad del servicio.
Comunicación
Hay muchos individuos involucrados en este etiquetado: desde los trabajadores de la fábrica, directivos, supervisores de control de pérdidas, proveedores, entre otros. La comunicación efectiva entre todos será crucial a lo largo del proceso.
Pruebas de detección
Las etiquetas colocadas tienen que ser detectadas, de otra forma serían inservibles. Para garantizar esta función, es necesario realizar pruebas en los productos etiquetados para corroborar que son detectados al estar en tiendas. Estas se aplican igual para su desactivación.
Puesta en servicio
El etiquetado sólo puede ponerse en servicio si pasó sin problemas las pruebas de detección y desactivación. La idea es observar cómo funciona una vez implementado para determinar si es necesario colocar las etiquetas en otros productos de menor riesgo o si ampliará y diversificará sus ofertas.
Inspecciones
Es necesario que los directivos, dueños de tienda y los proveedores colaboren para inspeccionar las etiquetas tras cierto periodo de servicio. De esta manera, se asegura un óptimo funcionamiento y pueden identificarse problemas potenciales o actuales.
El etiquetado de origen: la solución a muchos problemas en comercios minoristas
Al etiquetar las mercancías desde el punto de fabricación disminuyen los hurtos imperceptibles y se persuade a ladrones potenciales. Mejora la disponibilidad de las existencias en estanterías y el manejo de inventarios, además abre las puertas para la omnicanalidad.
Su implementación ha solucionado un problema típico en cualquier comercio: el debilitamiento por robos del sistema basado en la toma de información de los puntos de ventas para reponer los productos. Esto hace que los negocios se queden sin productos o desconozcan que están por agotarse. Ningún negocio debe contar con nulas existencias, principalmente de aquellos que son altamente demandadas, ya que esto impactará en la experiencia de compra y no habrá posibilidad de crear fidelidad en los clientes.
Lo anterior es un desafío que muchos creían difícil de superar, pero se ha comprobado que no es así con ayuda del etiquetado de origen. A ello se añaden la solución de problemas derivados del etiquetado en centros de venta y distribución, como dejar tareas importantes a un lado para etiquetar uno a uno las mercancías. El tiempo es dinero y resulta más rentable etiquetar desde el punto de fabricación, principalmente en aquellos negocios donde hay alto tráfico de compradores.
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